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miércoles, enero 11

Aquel Beso...

Desde la habitación 287 del hospital de La Plana de Villarreal.




Aquel beso.

Quien no tiene en su vida un recuerdo  
que guarda como la sensación  más
profundas y maravillosas que ha vivido...?

En ese rincón del corazón  donde
guardamos las emociones...
yo guardo
ese recuerdo.

¡¡El recuerdo de aquel beso!!

Era verano.
Un caluroso verano.
Entre ella y yo...Una cierta
distancia geográfica

¡Quería verla.!
No me importaba...
distancia,
calor ni  cansancio.
¡Sus ojos me acompañaban!
cada uno de los km que
iba dejando atrás.
Ese pensamiento
poblaba mi mente.

Cada poro de mi piel
sudaba ansiedad y deseo.
Los pensamientos
se entrecruzaban
y el calor dentro del coche...
parecía querer incinerar mi alma.

Leí una vez que... 
“viajar es pasear un sueño”
desde hacía un tiempo...
Yo tenía un sueño.
¡¡Ella era mi sueño!!

El encuentro... fue vivir algo
que aún pasado el tiempo...
arranca temblor y  emoción
en mi alma.

Sus manos...sus ojos...ella.
Sus manos temblorosas
me inundaron
de ternura y calor.
  
El brillo de sus ojos era
pura emoción.
Mis ojos...seducidos,
atraídos
por el imán de su mirada.

Ella...sencilla pero maravillosa.
La más hermosa mujer
para mis ojos
y para la sed de mi corazón.

No sé si pude transmitirle
mis latidos
pero rugían tan fuertes
que creí romperían mi pecho.

y...

Surgió el beso.

Como describir ese instante...?
Ni aún siendo el mejor de los poetas
tendría palabras para decir que fue
lo que mi cuerpo sintió.

Desde los pies a las manos,
desde los dedos a la mente,
desde la mente al corazón...
Yo... sentí. Sentí...con la
intensidad y emoción
que nunca antes sentí.

Desde entonces...
Ha habido  emociones
en mi larga vida pero...
Ninguna otra emoción
ha podido igualar
el sentir...
¡De de aquel beso!


miércoles, enero 4

SOMBRAS DE LA TARDE....

Desde la habitación 287 del hospital La Plana de Villarreal..



Sombras de la tarde.


Sombras de la tarde
van arañando los perfiles
de los cristales
de la habitación.
En  la mente
se  agolpan emociones
y...gime
un corazón asaetado.

Se entremezclan sentimiento,
impulsos y sensaciones
que surgen de un  ayer
marchito
y de este presente
que hiere...
No hay tormenta,
si el viento se desplaza en calma.

Sin sosiego en el corazón
las imágenes vuelan
y hay  vértigo.
Se pierde una sonrisa,
donde quería aflorar un beso.
Nada queda.
Todo es ayer...
Nada es presente.



domingo, enero 1





Uno de enero  en el hospital.

Las fiestas...
han dejado casi vacías...
las habitaciones del hospital
y en el largo pasillo
que brilla casi como un espejo,
reina el silencio.
No hay  madres,
esposas,
hijos...
con cansancio
en las puertas de las habitaciones,
ni tan siquiera hay dolor,
solo camas
perfectamente alisadas.
Las enfermeras repasan
historiales en su habitáculo.
No suenan timbres,
ni  hay enfermos
que paseen por los pasillos.
De vez en cuando una silueta
blanca se ve empujando
el artilugio de tomar la tensión
mientras a lo lejos...
las señoras
de la limpieza se afanan
en acabar su trabajo
en un día
en que el año empieza.
Refunfuñan
por tener que venir este día
pero...se alegran
de tener trabajo.

Y yo... me extraño del silencio,
del enorme y extraño silencio.

Dentro de unos días...
Cuando las fiestas se apaguen...
regresará el dolor
a las habitaciones,
y  el cansancio
en los rostros
de las esposas,
madres o hijos...
que ocupan las puertas
de ese  dolor que gime
en las habitaciones
y con ese dolor...
reaparecen
los timbres y...
el volar de las enfermeras.

Y yo...ya no me extrañaré
del silencio porque
el hospital...
volverá a ser el Hospital.