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lunes, junio 14

UNA NOCHE, UNA PLAYA, UN SUEÑO. (UN PRIMER AMOR)




Una noche, una playa, un sueño.
(Un primer amor)

Ahora que los años y yo envejecimos...mi mente vaga
buscando aquellos dieciocho años cuando aquel joven corazón
queriendo paliar los infames, calurosos y eternos días
en el desierto del Sahara...por una chiquillada incitada
por un amigo contestó la petición de correspondencia 
de aquella deliciosa chiquilla de diecisiete años.
Y como suele suceder en los cuentos de forma sencilla,
en aquel ávido corazón buscador de ilusiones... 
fue germinando un sueño,una idea, un sentimiento, 
una cálida emoción que no conseguia comprender.

Solo sabía que esperaba el correo con impaciencia,
angustia y desespero y si faltaban sus cartas...
todo su cuerpo gritaba. Ahogaba su rabia y desesperación
agobiando al cartero con cien porques y mil preguntas.
Fueron tantas las veces que aquellas cartas atravesaron
el Atlantico  que llegaron a lograr que en los sellos de correos...
la figura del dictador presentara síntomas de mareo.

Una noche el la playa del Aaiún...aquel chaval recostado
sobre la arena cálida, con un cielo con luna repleto de rutilantes estrellas...
sintió como desde el mar, olas silenciosas llegaban a la playa
llevando en el rizo de su espuma... un misterioso latir de ecos 
amorosos que desde las profundidades del océano...
salian al encuentro de un inexperto corazón enamorado.

¿Que como era ella...?

Era...una chiquilla preciosa, dueña de un aluvión  de brisa en la mirada
que  al sonreir dejaba  brillar polvo de  de sol entre los dientes.
Cerrando los ojos, el imagina oler el perfume de su piel,
un perfume igualito al aroma de su bella tierra andaluza.
Al reflejo de la luna...puede contemplar su figura en el papel
y admirando el dibujo de su boca..."sentir" 
sus besos con un intenso sabor a esperanza.
En el corazón de esa niña se almacenan montañas 
de razones para enamorarse y...ser feliz.

El siente que sus convicciones tiemblan pues se le abre
una ventana a un mundo desconocido.
Un mundo nuevo y mágicamente distinto.
En el alma traviesa de sus dieciocho años ávida de paisajes,
se le está acumulando todo un mundo de fantasias.
Sueña con el instante en que sus manos puedan 
tocar su cuerpo y aprender a modelas caricias. 
Ansia con avidez vivir la magia de ese instante perfecto
cuando sus bocas se unan en el hormigueante sabor de un beso.
Aquella noche un corazón soñador entre arena y fantasia...
descubrió...el amor.
      
Testigos...
           La brisa, el mar, la luna redonda  y los
          alocados latidos de un corazón enamorado.

Hoy que se me rompen las noches, que el corazón se desvela,
que nada es realidad y que los sueños son pompas de jabon...
dejo a mi cansada y vieja mente retroceder en el tiempo recordando...
UNA NOCHE, UNA PLAYA, UN SUEÑO