Viento desapacible.
(Un fogonazo en la mente)
Ayer creí tener un paseo agradablemente tranquilo pero...el viento era desapacible y parecía tener un empeño muy particular en molestarme. También el mar notaba ese empeño. Las olas rompían su caminar tranquilo y llegaban a la playa como de mal humor. Solo mi perro Soplo parecía ignorarlo, el seguía a lo suyo, correteaba siguiendo y persiguiendo olores.
Además este desagradable viento trae en su agria manera de comportarse...algo que está haciendo que me arrepienta de haber salido de casa a causa de bochorno y de ese molesto viento.
Y por si el viento no bastara...Bummmm apareces de lleno en mi pensamiento. ¿Por qué demonios tienen que ser los recuerdos tan impertinentes...?
¡Has sido como un fogonazo! Un fogonazo que me ha traído la visión de aquel otro día de caluroso verano cuando nuestras miradas se cruzaron y supimos que algo estaba estallando en nuestros ansiosos corazones.
Cierro los ojos por un momento y me llega tu aroma. El temblor y el escalofrío que trasmitían a mis manos aquel primer contacto con tu piel...y la deliciosa promesa de la suavidad que transfería el contacto con tu cuerpo aunque fuera a través de tu vestido.Tus ojos cerrados y el rumor del leve suspiro me hacían arder en deseos porque el temblor de tu cuerpo me transmitía todas las sensaciones y emociones hermosas de la vida.
Me quisiste...poco y mal y sin embargo entras en mi mente como entran las cosas que adoro.
¡Qué mente tan necia la mía!
No quiero seguir con esta machacona y absurda obsesión, prefiero el rumor de las olas y que salgas de mis pensamientos.
¡¡Sí, que terminen las visiones estupidas!!
Por una vez este viento desapacible puede venir en mi ayuda y llevarse los recuerdos impertinentes ahora parece que se intensifica y distrae mi mente. Esto me ayuda a que mi mente se interese por el corretear de Soplo.
En el espigón, frente al mar busco en su rumor... la calma que necesita este corazón mío. Respiro fuerte y el olor a mar que me llega y me llena...parece venir acompañado del antídoto que puede calmar el desasosiego que has traído a este blandito corazón mío.