Pájaros Negros.
De un tiempo a esta parte mi alma vive en la trama de un desagradable sueño.
El desorden y el griterío de los pájaros negros frente a mi puerta fue lo que despertó a mi alma, sus graznidos y negros plumajes tienen esos brillos que los hacen casi desagradables.
Han intentado hasta la extenuación impedir que pudiera darme cuenta que la vida nada tiene que ver con lo que sus plumajes reflejan. Hoy se que hay vida sin la angustia que provocan su aletear.
Una vida que estoy intentando aprender a vivirla.
Y he buscado en ese rincón del alma donde guardo las emociones y casi sin pretenderlo te he descubierto amor. Estabas acurrucado, pasando casi desapercibido, pero...algo hermoso brillaba a tu alrededor. Quise sentir y...acercando mis manos...te acaricié con la ternura nacida del corazón. Unos ojos dichosos (los míos) gozaban al contemplarte: amor.
Un poco de brisa ayuda a refrescar la piel, los tímidos rayos de sol acariciaban mis manos y el rumor de aguas bravas se dejaba oír. Eran el fragor de las fuertes corrientes entre los sinuosos meandros que encajonaban mis latidos por las escarpadas vivencias de la vida.
Amor, quiero verte regresar a ese rincón del alma donde mis emociones se amontonan y sentirte dichoso porque mi vida aún conserva intactos mis sentimientos, sensaciones y esperanzas a pesar de de la negrura, de los celos, del insomnio y de todos esos reflejos negros en los plumajes de esos pájaros que han intentado enlodar el recuerdo de lo vivido.