Miente la sed de quien se fue...
Le apretaban el alma y los puso por escrito.
Los envolvió en papel de 90 gramos.
Les dio color, forma de libro,
Eligió tu nombre para la
Portada y te los regaló.
Ahora en las noches de este estúpido tiempo
con demasiado calor y la luna ausente...
Va silbando por las calles
un hombre liberado
de sus recuerdos.
Sin recuerdos...
¡¡Liberado!!
Da gozo verlo,
sonríe y se le ve feliz.
La alegría inunda su rostro.
Parece como si el vacio de su mente
le liberara de su cruel y pequeño infierno.
Si te acercas...te sonríe y...
Te cuenta parte de su historia.
Parte de una vida tras el rostro de una mujer
que un día le dijo No y que hoy al fin logró olvidar.
Ese NO, no le seguirá quemando entre la piel y el corazón.
Miente la sed de quien se fue.
¡¡La verdad la tiene quien se quedó!