Bypass
¡Fue en agosto!
Entre silenciosos pasillos de hospital...
olas de confusión abrumaban mi mente y el
maldito calor hacían que ardiera mi pensamiento.
Cuando ese día entré en el quirófano temblaba y...
mientras abrían mi pecho...mi alma sudaba miedo.
Avanzaba el reloj...
Pulsos de agudos filos sonaban en mi sangre.
Metálicos latidos bombeaban mientras afilados
aceros mutilan músculos y piel buscando llegar allí
donde arterias y venas llenaron el corazón de miradas
y sonrisas. Allí donde vivió el amor y aprendió a no
tener más infierno que tu ausencia.
A lo largo y ancho de este sueño tan grande
como una vida....un furioso aleteo de mariposas negras,
persigue ahogar en miedo la memoria mientras mi alma
siente correr chorros de angustiosa soledad.
La angustia no me deja tener miedo.
No temo que el latido abandone el corazón.
No temo que los ojos se nieguen a despertad.
Solo me aterra...Que cuando vuelvan a cerrar
mi pecho... se dejen fuera tu nombre.
De la bruma a la luz.
De la nada a la vida.
El brillo de tus ojos me llama... me grita:
¡¡Ven!! ¡¡Regresa!!
El despertar es una absoluta tortura.
En mi garganta se acumulan las ansias de respirar.
Me cuesta pensar, todo es dolor.
Despacio abro los ojos y ansío beber tu sombra
como quien bebe el agua de un desierto engañoso.
Un quejido rompe el silencio de la madrugada.
y el dolor avanza con ira, me inunda, y te hace oscura.
Recuerdos que se pierden en el pasado pero ese dolor...
Si tu mano acariciara mi rostro...
Si pudiera escuchar tu risa y hacer que el dolor se fuera...
Si la vida volviera en tus palabras...
Si mi corazón pudiera...